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Guía práctica de Supervivencia para Principiantes: Empieza hoy con lo básico

    Oye, ¿te has planteado alguna vez qué harías si todo se va al traste? Una guía de supervivencia para principiantes no vendría mal no?. Un apagón de esos que duran días, una tormenta que te deja incomunicado o cualquier movida rara que no esperas… No hace falta que te conviertas en un experto de la noche a la mañana ni que tengas un búnker secreto (aunque molaría, ¿eh?).

    Hoy te voy a contar cómo empezar en esto del preparacionismo sin volverte loco, verás que puedes ser prepper con poco, con lo básico que te saca del apuro. Así que ponte cómodo, que vamos a charlar de cómo prepararte para emergencias con lo que tienes a mano.

    ¿Por qué la supervivencia para principiantes no es tan complicada?

    Mira, cuando empiezas a pensar en sobrevivir a algo, lo primero que te viene a la cabeza es una peli de Hollywood: zombies, caos y un arsenal en el garaje. Pero la realidad es más sencilla. No necesitas un equipo de élite ni gastar una fortuna. Se trata de tener claro lo esencial y organizarte un poco. Yo siempre digo que con tres pilares básicos ya tienes medio camino hecho: agua, comida y un sitio donde resguardarte. Vamos a desglosarlo paso a paso, que esto es más fácil de lo que parece.

    Supervivencia para principiantes, qué es lo básico que debería tener cualquier prepper

    Agua: Tu Prioridad Número Uno

    Si hay algo que no puedes negociar, es el agua. Sin ella, no pasas de tres días, así de claro. Por eso, lo primero que te recomiendo es que tengas siempre un buen suministro a mano. ¿Cuánto? Pues calcula un litro por persona y por día, como mínimo. Si sois cuatro en casa y quieres prepararte para una semana, son 28 litros. Suena a mucho, pero no lo es tanto si lo guardas en garrafas o botellas reutilizables.

    Un truco que me funciona es tenerlas en un sitio fresco y oscuro, como un armario o el trastero, y revisarlas cada pocos meses para que no se pongan raras. Y si puedes, échale un ojo a esas pastillas potabilizadoras por si tienes que usar agua de algún sitio dudoso. Fácil, barato y te da tranquilidad.

    Comida: Lo Simple Salva Vidas

    Vale, ya tienes agua, ahora toca comer. Aquí no hace falta que te montes un restaurante Michelin en plena emergencia. La clave es tener comida que dure, que no necesite nevera y que te llene. Yo voy a lo seguro: latas de atún, legumbres (garbanzos o lentejas en conserva), arroz seco y quizás unas barritas energéticas para un apuro.

    ¿Mi consejo? Haz un inventario de lo que ya tienes en la despensa. Seguro que hay algo que sirve. Luego, ve a por lo que te falta, pero sin pasarte. No compres como si viniera el fin del mundo mañana; empieza con una reserva para tres o cuatro días y luego vas subiendo. Y oye, si tienes un hornillo de camping o una forma de cocinar sin luz, mejor que mejor.

    Resguardo: Tu Fortaleza Casera

    El tercer pilar es dónde te vas a meter cuando las cosas se pongan feas. No necesitas un refugio antinuclear (aunque si lo tienes, envidia máxima). Con una habitación segura en casa ya vas bien. Busca un sitio sin ventanas grandes que puedan romperse, y ten a mano mantas, sacos de dormir o ropa de abrigo por si el frío aprieta.

    Yo siempre tengo una caja con lo básico cerca: linterna, pilas, una manta térmica de esas baratas y un par de velas. Si vives en un sitio donde pega fuerte el viento o las inundaciones, piensa en reforzar esa zona o tener un plan B, como el garaje o un altillo. Lo importante es que estés a cubierto y seco.

    El truco que cambia todo: haz una lista y practica

    Aquí va un consejillo que me ha salvado de más de un lío: haz una lista. Sí, así de simple. Coge un papel, apunta lo que ya tienes (agua, latas, mantas) y marca lo que te falta. Así no te vuelves loco comprando cosas que no necesitas y vas directo a lo que importa.

    Y otra cosa: practica. Un día, corta la luz en casa y mira cómo te las apañas. ¿Puedes cocinar? ¿Tienes luz suficiente? ¿Te aburres como una ostra? Es la mejor forma de pillar tus puntos débiles sin que sea una emergencia real. Yo lo hice una vez y descubrí que mi linterna estaba sin pilas… Menos mal que no era de verdad.

    Cómo empezar hoy mismo sin gastar una fortuna

    Si estás pensando que esto suena caro, para el carro. No hace falta que te dejes el sueldo en equipo táctico. Empieza con lo que tienes: esas botellas de agua del súper, las latas que sobran de la compra, una manta vieja del sofá. Luego, poco a poco, vas sumando. Una garrafa de agua por aquí, un paquete de arroz por allá. En un mes tienes una base decente sin darte cuenta.

    Pequeños Pasos para Grandes Resultados

    • Día 1: Revisa tu despensa y apunta lo que ya sirve.
    • Día 2: Compra un par de garrafas de agua (5 litros cada una, por ejemplo).
    • Día 3: Busca una caja y mete linterna, pilas y una manta.
    • Día 4: Haz tu simulacro sin luz y apunta qué te falla.

    En una semana, ya tienes un kit básico de supervivencia para principiantes. ¿Ves? No es tan complicado.

    ¿Por qué esto es solo el comienzo de un buen preparacionista?

    Mira, con esto que te he contado ya puedes enfrentarte a un apagón o una tormenta sin sudar frío. Pero el preparacionismo es un camino, no un destino. Cuando te sientas cómodo con lo básico, puedes ir a más: un filtro de agua portátil, un botiquín decente, aprender a hacer fuego sin cerillas… Eso ya lo iremos viendo juntos si te animas.

    Así que, ¿qué? ¿te pones hoy mismo con tu lista? Esto no es solo sobrevivir, es tener la calma de saber que, pase lo que pase, tú estás listo. Nos vemos en la próxima, ¡a seguir preparándonos!

    No olvides comentar lo que quieras, puedes preguntarme cosas o aportar a todos los preppers más ideas o consejos.

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